ABSALÓN:
¡Qué miro! Allí un escuadrón
que el monte tenía encubierto,
salió de través, y hace 1185
notable daño en los nuestros.
Acudid a socorrerle.
Oh tú, de tierra y de viento
bruto veloz, que has nacido
monstruo de dos elementos, 1190
corre y vuela, que los tuyos
perecen, a socorrellos.
Mas, ¡ay de mi!, desbocado,
sin obedecer al freno,
por la espesura se entra 1195
de las encinas, que en medio
se me ponen (¡ay de mí!).
¿Qué es esto, cielos, qué es esto?
¡Que en las copadas encinas
se me enredan los cabellos! 1200
…
¡Yo muero,
puesto, como el cielo quiso,
en alto por los cabellos,
sin el cielo y sin la tierra,
entre la tierra y el cielo! 1240
Los cabellos de Absalón. Calderón de la Barca.1633 [2 S 18.9]