MUDIM: Museo Dinomania de Morella

MUDIM

Intervención paisajística y arquitectónica en la Fábrica Giner de Morella. Restauración de naves industriales y adecuación a Museo Dinomanía de Morella (MUDIM)

Arquitecto: Carlos Lacalle García

El cuerpo no se encontró en ningún sitio, sino, en vez del cuerpo, una flor. Amarillo como azafrán su centro, rodeado de hojas blancas. Metamorph(oseu)III, Ovidio 509-10

Creo que es una hermosa metáfora para un fósil, un dinosaurio, y quizás para la intervención que se proyecta en la Fábrica Giner de Morella: representa el reto de aunar 3 patrimonios excepcionales: el patrimonio arquitectónico e industrial, el paisajístico y el paleontológico.

La arquitectura existente son ESPACIOS DE LA MEMORIA. Una arquitectura en el límite con la ingeniería, que se asienta junto al río y que ha estado sujeta a diversas transformaciones técnicas y reconversiones tecnológicas.

La restauración de la arquitectura de las naves industriales de la Fábrica Giner se enfoca con un claro criterio de recuperación y tratamiento de la edificación existente que dignifique su alta calidad constructiva, con una decidida puesta en valor de la historia de su producción y evolución tecnológica.

Su condición de cambio de uso nos sitúa no en un edificio ideal, sino, en una edificación singular, construida para la producción de manufactura textil, y donde es preciso encontrar los elementos adecuados al nuevo contenido: un nuevo espacio.

 

El nuevo Museu es un ESPACIO TRANSFORMADO. Un espacio hojaldrado con diferentes superposiciones de capas de materiales, información, y contenidos. El nuevo espacio fluye, cambia de materialidad, se transforma, como la metamorfosis que sufren las rocas y los fósiles.

El MUDIM es un espacio convertido en sólido visitable, un estrato pétreo por el que discurrimos, donde encontramos los fósiles y nos impresionamos por las imágenes proyectadas. Un paisaje-espacio cuatridimensional, con diversas variaciones de la profundidad y espesor de los espacios, y donde existirán diferentes percepciones del tiempo detenido a partir del movimiento.

Y un ESPACIO IMAGINADO. En el proyecto se propone la recuperación de la Nave de Escaldado de la Lana, demolida en la actualidad, con una sección que pone en relación la Nave del Tinte (destinada a alojar los fósiles) con la ribera del río. Se resuelve así la dicotomía del espacio urbano, otorgando la centralidad del conjunto a la plaza de la chimenea, y buscando la tensión necesaria de la fábrica con el paisaje.

La utilización de cerámica de color en su cerramiento y en la cubierta existente de la Nave de Telares se convierte en una abstracción de la significación del nuevo Museu haciendo referencia a la singularidad de su historia fabril y a su nuevo uso. Los hilos del tejido, la anafaya, y las líneas de los estratos se extienden, se quiebran, y se superponen en todo el conjunto arquitectónico y se relacionan con el territorio. En la calle principal, emergen en el pavimento unas líneas de cerámica roja que continúan al otro lado del Museu, en el jardín exterior. La composición se colmata con la disposición del muro-estrato horizontal, que se convierte en el contrapunto paisajístico de la gran chimenea característica de la Fábrica.

El MUDIM es un ESPACIO NUEVO en el límite de la arquitectura.