La envolvente del edificio corresponde a una sensación. Una cubierta-bóveda con una materialidad translúcida.
Su definición es geológica. Unas líneas del lugar que sitúa al Teatro-Auditorio en vibración con la sobreelevación del Castillo, la Sierra del Mugrón y el horizonte geográfico.
Las relaciones visuales, la espacialidad de la intervención acoge la perla-objeto en su interior.
Una perfecta caja acústica, con un exterior de apariencia metálica y de fina madera negra en su interior. Su techo es una nube de color diseñada para producir pequeñas variaciones del sonido en cada espectador.
La forma y ubicación del solar destinado al Teatro-Auditorio de Almansa, confiere a la intervención un carácter absolutamente emblemático dentro de la trama urbana de la ciudad, por la escala de la intervención, así como, por la implantación de un edificio exento de uso cultural y la urbanización de la zona verde. La propuesta surge de la lectura del lugar, y aún siendo un hito en la disposición y relación con el entorno urbano, se manifiesta como una intervención paisajística situada al borde de la ciudad de Almansa.
El edificio es una gran sima que se origina como una materialización de las tensiones del terreno, las relaciones visuales con el exterior, y la concavidad resultante en su interior. La forma del edificio rompe la simetría del solar, con una volumetría en la que no se distingue paredes y techo, constituyendo un volumen uniforme y unitario, que distorsiona y se fractura para adaptarse al entorno urbano y encuadrar las vistas.
El acceso principal al edificio, se produce desde la calle Pablo Neruda, a continuación de la zona de juegos y del Jardín Reyes Católicos. Las circulaciones del edificio se producen dentro de un esquema de simetría, facilitando al usuario la orientación y las conexiones con el exterior. En el lado opuesto, atravesando el edificio, se sitúa la salida directa al Teatro al aire libre. Una vez dentro del edificio, en el gran espacio ocupado por el Foyer, sólo se distingue un único volumen exento de la cubierta del edificio, el propio Teatro-Auditorio, así como, se visualizan la taquilla, guardarropa, las rampas de acceso a la sala, y la salida contraria hacia el exterior. Los aseos están situados debajo de las rampas de acceso en el lado este, y se accede paralelamente al cerramiento exterior. La cafetería se aprecia desde el interior del edificio, embebida en el mismo cerramiento exterior, y limitando con la extensión del Foyer hacia el estanque con el fondo del Castillo, espacio flexible con un posible uso multifuncional.
Las rampas de subida al Teatro, por su escasa pendiente y por su gran anchura, constituyen una promenade gradual a modo de rito de acceso y un privilegiado mirador. El recorrido de subida al Teatro-Auditorio representa una interpretación de la subida al Castillo, en zig-zag, por la Puerta de Poniente.
El volumen interior que forma el Teatro-Auditorio, tiene unas proporciones ideales para conseguir buenos resultados acústicos ( 1: 1,5). El patio de butacas está formado por un único plano inclinado, continuación de las rampas de acceso, y las 800 butacas se disponen dejando pasillos longitudinales a la sala, con palcos situados en el lateral. En el fondo de la sala, se ubica una gran cabina para grabación, prensa y control de iluminación. El escenario se sitúa ligeramente sobreelevado respecto a la sala, con una corbata convertible en foso de orquesta. El techo del Teatro-Auditorio está formado por una impresionante superficie que se pliega y alabea acogiendo toda la sala, y que tras un minucioso estudio acústico permitirá un espectro de recepción de sonidos absolutamente particular.
El Teatro situado en el exterior permite un aforo mayor, y se sitúa en la continuidad del paseo que parte del Jardín Reyes Católicos. La zona verde rodea al edificio delimitando espacialmente la intervención, prolongándose a orillas de la lámina de agua proyectada de pequeña profundidad, y que rodea la otra parte del edificio. De este modo, el estanque conduce el paso cerrando el anillo perimetral para continuar con la vuelta paralela al parque de tráfico.
Los camerinos se ubican en la parte posterior del Teatro, con relación directa con el escenario de la sala. El acceso a los camerinos, almacenes, y decorados, se produce desde la calle Pío Baroja, a través de un muelle de descarga situado sobre la lámina de agua que bordea al edificio.
La sala de exposiciones y las oficinas del edificio, están situadas al otro lado del estanque, con un acceso diferenciado respecto al edificio desde la calle Pablo Neruda, permitiendo su uso de forma independiente. Se ha considerado interesante añadir al programa propuesto del edificio los usos de: la cafetería, volcada hacia el exterior; la sala de exposiciones temporales, que potenciará el uso cultural del edificio, permitiendo la atracción del público sin distinción de horarios, como una extensión más del parque; y las oficinas, necesarias para la gestión del edificio o alguna dependencia del Ayuntamiento destinada a oficina culturaL.
Por otra parte, aunque el edificio está orientado principalmente para el espectador o ciudadano que acceda al edificio peatonalmente, en la propuesta cabría añadir el garaje en la planta inferior del edificio con los accesos proyectados, o ubicando en la zona de juegos un aparcamiento de varias plantas de profundidad, a la vez que se urbanice el nivel de la calle, potenciando su utilización y la correcta conexión con el edificio del Teatro-Auditorio.
EDIFICIO.
La estructura del edificio está constituida por pórticos de vigas metálicas separados 5 metros y de luces variables, y una subestructura secundaria de perfiles metálicos que arriostran todos los pórticos tridimensionalmente cerrando el volumen del edificio, estando toda la estructura embebida en un cerramiento continuo y compacto. El material que materializaría todo el cerramiento debería de ser un material con cierta capacidad elástica ( asumiendo movimientos diferenciales de la estructura), y que se comportara como una bóveda de apariencia rocosa y yesífera; hormigón con áridos calcáreos y cierta capacidad translúcida, o mejor aún, un conglomerado de resina incolora, mallas de fibra de vidrio y trozos reciclados de vidrio blanco. El cerramiento se proyecta con un espesor de unos 100 centímetros , y para su ejecución, se encofraría mediante un sistema colgado de la estructura, y en la cara exterior se acabaría con una superposición de mallas de acero galvanizado de forma continua, a modo de vendaje o contención de terrenos, incluso, la malla se colocaría cerrando el volumen del patio incluido en el edificio ( situado entre la zona de camerinos y la sala de exposiciones).
Toda la cubierta y cerramiento exterior del edificio tendría una apariencia translúcida, variando el grado de luminosidad en cada momento del día. Para su materialización, sería interesante un diseño de alveolos o celdillas para aligerar al máximo el peso, así como, permitir el paso de luz natural directa o permitir la ventilación de camerinos, oficinas,...
En cuanto al pavimento, el solar presenta una ligera inclinación, siendo el punto más bajo la esquina de la c/ Pablo Neruda - c/ Pío Baroja. El pavimento del edificio se proyecta de hormigón continuo tratado con texturas antideslizantes y con un cierto relieve en su superficie.
TEATRO-AUDITORIO
La estructura de la sala es de hormigón armado de constitución normal, creando una caja oscura y completamente ciega. El exterior de los cerramientos de hormigón, estaría recubierto de láminas de acero galvanizado o inoxidable, y el interior de la sala estaría totalmente recubierto de madera maciza acabado de color negro ( incluso el pavimento, con una colocación especial para su adecuada respuesta acústica frente a las pisadas de los espectadores, y el techo de la sala).
A su vez, el techo del Teatro-Auditorio estaría constituido por armazones de madera y una disposición de paneles de madera tratados y telas de distintas texturas que favorezcan la absorción acústica y la reverberación del sonido.
ZONA VERDE
En el acceso del edificio se disponen traviesas de hormigón longitudinales enrasadas con el terreno, dejando entre sí huecos con vegetación. La zona situada junto a la c/ Pablo Neruda está orientada a oeste, siendo la forma del edificio una verdadera protección con sombras en la parte más desfavorable, y delimitando la zona de cafetería exterior.
El teatro al aire libre se trataría con una superficie similar al acabado del pavimento interior del edificio, pero con una base más natural tipo zahorras, como un terreno drenante. Completando la zona verde, en todo el perímetro de la c/ Valle Inclán se colocarían árboles de gran porte aéreo hasta terminar en la parte semicircular con un auténtico bosque de especies autóctonas.
Junto a la zona verde, se proyecta una lámina de agua, como parte importante de la propuesta, siendo su profundidad escasa en relación a su superficie, como claro homenaje a la parte baja de la ciudad de Almansa y las controladas inundaciones, ahora formando parte de una agradable paseo rodeando el edificio del Teatro-Auditorio.